Ya desde el otoño pasado quería visitar este hermoso hayedo, pero entonces no pudimos y este fin de semana hemos ido.
Para llegar desde Barcelona cogemos la C-17 dirección Vic, pasamos el pueblo y cogemos la C-37 dirección Olot, justo pasado el km. 163 a la derecha está la salida hacia Sant Andreu de la Vola, la cogemos, pasamos un restaurante y llegamos a una intersección con la BV-5224, nos dirigimos hacía la derecha dirección la Vall d´en Bas-Olot, estaremos en el km. 21 y hay que llegar hasta el km. 23 dónde hay un indicador a la derecha de El Molí de Bracons, en los margenes de la carretera podemos dejar el coche.
Hay poco desnivel.
Ojo porque pasamos por zonas muy húmedas.
Tiempo: ida 45 minutos y 30 para la vuelta.
Ya desde la carretera el paisaje es precioso. |
Indicador comienzo de ruta. |
Pasamos la pequeña valla. |
Comenzamos caminando por la pista que tiene una ligera bajada hasta cruzar un pequeño río.
Vamos caminando,con la carretera a nuestra derecha.
El colorido del paisaje te deja sin palabras. Hay pequeños senderos que quedan a nuestra izquierda y que no cogeremos hasta que lleguemos a uno que tiene una fita en el inicio, ascendemos por él.
Camino ascendente a la izquierda. |
Seguimos por el camino hasta que nos encontramos con una valla hecha de palos, justo antes de llegar a ella, a la izquierda hay un pequeño sendero que sube. Ascendemos por él y giramos a la izquierda.
Valla en el camino. |
Seguimos ascendiendo por el camino.
Nos encontramos un poste que nos indica que tenemos que continuar subiendo, ya en el último tramo.
Ya hemos llegado, un panel informativo nos da la bienvenida.
La primera sensación que tienes cuando lo ves es de grandeza, hay algunos árboles de más de 300 años, 3 de ellos están declarados árboles monumentales.
La altura de la mayoría de ellos es impresionante.
Hay un sendero que casi rodea el hayedo y justo en el centro, dónde hay una bajada se encuentra el más espectacular.
Este árbol tiene un perímetro en la base de 5, 81 metros y una altura de 42 metros, el diámetro de la copa es de 18,50 metros.
En la siguiente foto se puede apreciar lo gigante que es comparándolo conmigo.
Aquí el tiempo pasa volando porque mires dónde mires siempre te quedas con la boca abierta.
Después de observarlo y fotografiarlo bien volvemos por dónde habíamos venido.